La tradición olivarera de Aceites VERIALDA comenzó hace más de 120 años, cuando nuestros antepasados empezaron a cultivar varias fincas de olivos situadas en Montejícar, un pueblo de la provincia de Granada (Andalucía).
La pasión con la que hemos vivido este trabajo por el campo, ha hecho que cinco generaciones después, César y Rosa, padre e hija, sigamos con la ilusión de seguir mimando nuestros olivos centenarios.
Para VERIALDA el compromiso con nuestra familia, el respeto por el entorno y el cuidado de nuestros olivos son los pilares donde crecen nuestras aceitunas, asegurándonos así, que este aceite natural mantiene la máxima calidad durante todo el proceso de elaboración.